julio 30, 2010

Cuántos de los que tienen oídos oyen mi voz esta mañana?
Siete, tres, uno...

¿Cuántos hablan y hacen y, no sólo hablan o hacen y se esconden?

Miles, cien, diez...

El amor está en el aire canta Manilow
y la tinta del periódico me saca del trance:

"El aire lleva hedor de conflicto, muerte, mugre, sangre..."

lleva el aire el color de la transa
lleva el tono de los músculos que por el miedo se contraen
aire cuajado
en el quebranto de la desconfianza

¡Aaah, necia!, el amor sigue en el aire... ¿lo hueles?

El amor está en el aire, respira y la carne sigue tibia.
El amor está en el aire y en los muros de esta casa,

¿Lo busco entre las cortinas de mi recámara?

¿Entre las letras de este remedo de poema? o

¿Entre las letras de la sopa de pasta quemada?

¿Está ahí?

Yo qué se, eso bastará al menos por esta mañana...

Luego iré como otros,
al refugio de locos,
poetas locos que tejen
con sueños y palabras sus esperanzas.

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