agosto 21, 2008

Coincidir




Un amigo muy querido pronunciò esta expresiòn recientemente y su comentario moviò todos los recuerdos que tengo sobre aquellas personas importantes con las que he coincidido en esta vida.

La mayorìa de las personas no nos percatamos de este relevante hecho: coincidir en el mismo tiempo, lugar, situación con alguien específico, irremediablemente deberìa hacernos pensar que existe un plan `divino màs allà de lo que podemos comprender.

Las coincidencias se incrementan a medida que estamos abiertos a la experiencia; màs concientes, màs despiertos.

Mi amigo dijo que cada persona con la que coincidimos tiene un mensaje para nosotros y, al mismo tiempo nosotros lo tenemos para ella. Y, si èsto es asì, por què no hacer todo lo posible por entregar el mejor de los mensajes en cada oportunidad: el del amor.

Coincidir en el terreno del amor es quizá otra de las experiencias màs satisfactorias que la vida nos ofrece. Ese tipo de coincidencias en las que podemos entregar el alma con solo un beso. Esas donde el roce de una mano nos estremece hasta la médula. Esas en donde somos capaces de convertirnos en los más osados guerreros y luchar por volver a estar cerca de esa persona que nos resulta tan familiar, tan conocida, tan especial, a pesar de no haberla visto antes.

Esas coincidencias que alimentan el espíritu y acallan los temores, son las mágicas posibilidades de soltarse y dejarse fluir... Así, finalmente las coincidencias son como pequeñas lucecitas que iluminan el camino con la perfecta armonía que el universo nos brinda mientras transitamos por el mundo.